Encuentro las palabras,
pero no el momento.
Las mariposas que alguna vez
volaban en el estómago,
se han convertido en pirañas
que carcomen mis sentimientos
hasta convertirlos en ansiedad.
Tus señales son confusas,
mi debilidad asombrosa,
al igual que el presente donde
no compartimos los tiempos,
a pesar de estar unidos en él.
Me sumerjo en el firme propósito
de esperar y dejar pasar.
La confusión se vuelve enojo,
los sentimientos en frustración,
y los esporádicos latidos se
ocupan de vivir el momento.
Soy viajero constante de
tu voz, tus manos y tu mirada,
manteniéndome en el vuelo,
con la esperanza de encontrar
suelo firme para aterrizar
este frágil sentimiento.
A diferencia tuya de cuando
hablas, tocas y observas,
el mundo sigue siendo
la realidad misma.
Encontrarte llevará tiempo;
distraerme de ti es complicado
cuando me conectas de nuevo
sonriendo por mi sonrisa,
mirándome pensando
que no te observo.
Encuentro las palabras,
pero tengo miedo.
